Tras un ataque del Pirata, la pelota se va al córner donde estaba toda la hinchada tucumana. Es el mismo Artime quien se dirige a ejecutarlo. Al momento de patear, escucha una voz tras el alambrado que le comenta: “Grande, mostro. Vos no sos un cordobés culeao”.
El Luifa, sorprendido, lo tomó como un elogio e inocentemente levantó su mirada. Pero no llegó a realizar vista alguna, ya que recibió una cosa caliente e inmunda en la cara. “El tío, borracho como una uva, me había tirado bien en la trompa un vaso lleno de pis. Me puse loco y casi salto el alambrado para pelearlo", comentó Artime.
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